Preguntas infrecuentes



pi-088: ¿Puede afectar el Covid-19 a los Lithops?

Mayo de 2020


Hasta la fecha no existe ninguna evidencia que permita pensarlo. Este virus es capaz de reproducirse en los seres humanos, y también en algunos animales, pero no en las plantas, que sí pueden efermar debido a hongos, o bacterias, o incluso debido a otros virus, pero no del SARS-CoV-2.

Antes de continuar, si se me permite la pedantería, para hablar de este virus es preferible utilizar el acrónimo SARS-CoV-2 (que corresponde al virus denominado “Severe Acute Respiratory Syndrome CoronaVirus 2”), utilizando el género masculino, ya que se trata de un virus. COVID-19, en cambio, debe ser empleado como un acrónimo femenino, ya que se utiliza para abreviar el nombre de una enfermedad: la enfermedad "COronaVIrus Disease 2019", que es producida precisamente por el virus SARS-CoV-2.




Ilustración creada por los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), una organización perteneciente al Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.


Dicho esto, los Lithops pueden transmitir la COVID-19, como cualquier otro objeto en cuya superficie pudiera depositarse el virus SARS-CoV-2 y, desde allí, pasar luego a un ser humano que lo toque con su mano y, a partir de esta, lo transfiera después a su interior (al tocarse la boca, la nariz o los ojos). Pero solo sería un transmisor, como lo puede ser una bufanda, por decir algo. Incluso en ese caso, nunca podemos decir que el Lithops padece la enfermedad.

Sin embrago, aprovechando la pregunta, podemos comentar que los Lithops sí pueden ser atacados por otros virus que les lleguen a producir alguna enfermedad o incluso la muerte. Cuando alguno de nuestros Lithops está afectado por un virus, la mejor medida a tomar (¡cuanto antes!) es su asilamiento del resto de los ejemplares de nuestra colección, para evitar el contagio. En cuanto al pobre Lithops con virus, al igual que nos pasa ahora a los seres humanos con el SARS-CoV-2, desarrollará una enfermedad a la que, si se trata de un ejemplar sano y fuerte, probablemente terminará derrotando. Solo si hablamos de un Lithops previamente débil, o si hablamos de una carga viral muy alta, el Lithops afectado acabará muriendo.

Lo peor de todo es que diagnosticar que uno de nuestros Lithops está afectado por un virus no es nada sencillo. Simplemente observaremos en él laceraciones, manchas o deformaciones que, posiblemente, puedan ser producidas por un virus, pero no tendremos ninguna seguridad. Cuando aparecen estas infecciones pueden pasar dos cosas: que el Lithops pueda con el virus o que el virus pueda con el Lithops. Claro que existen productos que pueden suponer una ayuda para que sea el Lithops quien finalmente gane la batalla. El problema es que es bastante difícil determinar de qué virus se trata en cada caso y, por lo tanto, que tipo de producto debemos aplicar.

En varias ocasiones he tenido en mi colección algún ejemplar con síntomas compatibles con estar afectados por un virus. Con frecuencia, las plantas han superado la enfermedad y, con el paso del tiempo, han vuelto a la normalidad. En otras ocasiones el Lithops no se ha recuperado. Lo único de lo que si podemos estar 100% seguros es de que, cuando veamos síntomas de ese tipo, inmediatamente debemos aislar al ejemplar afectado para evitar el contagio.




En esta fotografia, tomada ayer mismo, se observa a un Lithops karasmontana 'Lateritia' con una extraña decoloración y una cierta malformación tras la muda. ¿Debida a un virus? Podría ser. ¡Espero que se recupere en la próxima muda!




El mismo ajemplar, un par de años antes.




El año pasado un Lithops bromfieldii insularis C043, que tengo desde hace ocho años, presentó unas extrañas manchas blancas, y una textura acorchada, en una de sus cabezas y en las zonas limitrofes de otras cabezas.




Afortunadamente este año, tras la muda, no queda ninguna señal de ese problema. Incluso las cabezas afectadas han hecho una muda perfecta, como se puede apreciar en esta fotografía tomada ayer mismo. Se trata de un ejemplar de más de cincuenta cabezas, hubiera sido una lástima perderle.