Marzo de 2020
Una cosa es justo todo lo contrario que la otra, pero ambas cosas pueden funcionar en según qué casos (y qué momentos). De hecho, hay partidarios de una estrategia y partidarios de la otra. En todo caso aquí no vamos a ser neutrales: nuestra apuesta es por "poco abono, poca agua y mucho sol"; pero dejando claro que muchos de los productores de Lithops a gran escala aplican justo la otra opción, es decir, ellos utilizan fertilizante con mucha frecuencia, riegan casi a diario y tienen a los Lithops continuamente bajo unas mallas de sombreo que impiden la recepción directa de la luz del sol.
Si pensamos en el número de cultivadores de Lithops, podemos estar tranquilos, una enorme mayoría de "cultivadores particulares" piensa igual que nosotros y aplican condiciones de cultivo similares a las que los Lithops tienen en su hábitat. En cambio, si hacemos la comparativa en función del número de semillas de Lithops que llegan a convertirse en un ejemplar adulto, la victoria de "los otros" (cultivadores profesionales) es incuestionable. Es más, si nos centramos exclusivamente en el primer año de vida de un Lithops, incluso los que somos partidarios del "poco abono, poca agua y mucho sol" somos más generosos con nuestras plántulas (en cuanto a abono, agua y protección solar) de lo que luego seremos cuando lleguen a ser plantas adultas.
Foto nº1
Los grandes productores de Lithops para su distribución comercial no utilizan el sustrato más adecuado para garantizar la salud de la planta. Su objetivo prioritario es que crezcan cuanto más mejor y cuanto antes mejor. Esta foto es un buen ejemplo de ello. En todo caso, el Lithops hallii de esta fotografía tenía unas condiciones inmejorables para, después de trasplantarlo a un sustrato más adecuado, adaptarse sin ningún problema a mi método de cultivo.
Tampoco podemos olvidar que los grandes viveros que producen la práctica totalidad de los Lithops que se comercializan en las tiendas saben bien lo que hacen. No son novatos que prueban las cosas al tuntún, son auténticos especialistas-profesionales que, si aplican "la otra estrategia", ¡por algo será! Vamos a profundizar en este asunto y matizar un poco nuestra afirmación inicial de que aquí apostamos por "poco abono, poca agua y mucho sol". ¡Pero sin renunciar a esa idea!
Cuando compramos un Lithops en una tienda convencional nos lo suelen entregar en una pequeña maceta cuyo sustrato estará fundamentalmente formado por turba y/o fibra de coco. Se trata de dos productos que retienen demasiada agua y, sin ninguna duda, es un suelo completamente diferente del que los Lithops tienen en su hábitat. Además, si preguntamos a algún productor profesional de Lithops nos reconocerá que en su vivero todas las plantas son regadas con mucha frecuencia y, para evitar que proliferen los hongos, se utiliza, también con mucha frecuencia, algún tipo de fungicida. Además, para conseguir un crecimiento rápido, en este tipo de viveros utilizan también fertilizantes, que hacen que los Lithops engorden rápidamente. Para terminan de repasar la "terrible" estrategia de cultivo de la mayoría de los viveristas debemos saber que sus plantas siempre están situadas bajo unos techos que les protegen de la luz directa del sol. Todo esto favorece un rápido crecimiento de los Lithops, que se verán muy pronto gordos y lustrosos, pero no necesariamente sanos. Es mejor saberlo: ¡nuestro Lithops recien comprado no está demasiado sano, aunque lo parezca!
Foto nº2
Lithops gracilidelineata recién comprado. Hinchado por efecto de un mal cultivo en el vivero del que procedía. Está tan inflado que apenas se le reconoce y corre el tiesgo de, literalmente hablando, explotar en cualquier momento.
Foto nº3
El mismo ejemplar dos meses depués de un cambio drástico de estrategia, el aspecto de las nuevas hojas comienza a normalizarse: Un nuevo sustrato, nada de agua y el aumento paulatino de la exposición a la luz del sol han sido muy beneficiosos para la planta.
Foto nº4
Un mes más tarde la "re-educación" al método "poco abono, poca agua y mucho sol" ha dado resultado, su aspecto es mucho más sanao y natural. Ya no es tan grandullón como era, pero está mucho más sano y bien cultivado. ¡Casi parece de otra especie!
Foto nº5
No todos los productores de Lithops utilizan sustratos inapropiados. En esta foto se puede ver un Lithops lesliei hornii que compré el año pasado y el sustrato que traía era bastante bueno.
Foto nº6
El mismo ejemplar de la foto anterior nueve meses después de haberlo comprado. A pesar de que el sustrato que traía no era malo, lo primero que hice fue trasplantarle. Lo hice por tres motivos: (1) porque la maceta era muy pequeña, (2) para comprobar que no tenia cochinillas en las raíces; y (3) para ponerle el mismo tipo de sustrato que utilizo para todos mis Lithops.
Todo lo relativo a buenos y malos cultivadores lo hemos escrito entre comillas porque se trata de un asunto muy relativo. De hecho, los Lithops pueden cultivarse de una u otra manera y, en ambos casos, las cosas pueden hacerse bien o mal. Es decir, en alguna ocasión he comparado Lithops producidos en viveros donde aplican el método "mucho abono, mucha agua y poco sol" y los ejemplares venían en unas condiciones excelentes que me permitieron "reconvertirles" facilmente al método "poco abono, poca agua y mucho sol" sin ningún esfuerzo y de forma óptima. También he tenido contraejemplos en el otro sentido, es decir en algún caso he adquirido Lithops cultivados por aficionados con "poco abono, poca agua y mucho sol" y las plantas me han durado muy poco vivas. En resumen, existen diversas alternativas a la hora de cultivar Lithops y, si las cosas se hacen con mesura, todas ellas pueden funcionar bien.
Para terminar, en desagravio hacia los viverístas que quieren engordar rápidamente a sus Lithops, cabe destacar que incluso los "puristas" que preferimos mantenerlos en unas condiciones más naturales y saludables a veces hacemos excepciones. En el primer año de vida de un Lithops, todos les tratamos de una forma muy diferente a como sería si hubieran germinado en Sudáfrica o Namibia. En mi caso, y en la práctica totalidad de todos los cultivadores "puristas", a nuestros semilleros les aportamos una altísima cantidad de humedad durante su primer mes de vida y luego, poco a poco, vamos reduciendo la cantidad de agua, de forma que solo después de un año de vida la planta será regada tal como corresponde a un ejemplar adulto. Lo mismo pasa con el sol, el primer mes nada de sol y luego, poco a poco, iremos acostumbrado a nuestras plántulas a ubicaciones más soleadas.
Foto nº7
Durante el primer año de vida -especialmente durante el primer mes- se debe utilizar un método de cultivo muy parecido al que utilizan los viveros comerciales ya que, en otro caso, el porcentaje de germinación y el número de plántulas sobrevivientes sería muy bajo.