manolithops.es
Noviembre de 2017
La semana pasada me llegó un interesante email desde Francia. Decía así:
Disculpe por los acentos (teclado francés!) (ver nota 1)
Como vi que en tu sitio web tu comentas fenómenos pocos comunes, te envío una foto de algo que nunca había visto durante mis 20 años de cultivos de Lithops : ¡una cesárea pero sin cirujano!
Miguelito
nota 1: acentos corregidos
Esta fue mi respuesta:
Buenas tardes,
Me parece muy interesante la fotografía que me envías. Si te parece bien podemos publicarla en la Web.
Para ello, además de la foto, estaría bien tener algunos datos más sobre ese ejemplar de Lithops (desde cuando le tienes, como se ha comportado en el pasado, . . . ) y/o sobre el cultivador del Lithops (algo sobre ti: donde cultivas tus Lithops, como es tu colección, . . .).
Muchas gracias.
Saludos cordiales,
Manuel
Un día después, recibí este nuevo mensaje:
Mi pasión por los Lithops es el fruto del azar. Trabajé un tiempo en Cape Town (Ciudad del Cabo) en Sudáfrica sobre la invasión del "veld" (la pradera) por los pinos y pasé la mayoría de mis fines de semana a visitar la parte desértica (sur de Namibia, noroeste de Sudáfrica) porque me fascinan los desiertos. En uno de estos paseos me toco ver el Namaqualand florido y descubrí que este desierto de piedras era en realidad una alfombra de plantas suculentas.
Al final de mi estadía, mis colegas botánicos y ecólogos me regalaron un sobre grande donde había como 400 sobrecitos y en cada sobrecito 3 a 5 semillas de cada especie, subespecie, variedad y forma de Lithops. De vuelta a Francia (vivo cerca de Avignon, la Ciudad de los papas) en forma de agradecimiento, me empeñe a sembrar todos los sobres y a cuidar las plantitas para lograr sacar fotos de las plantas en flor y mandárselas a mis colegas sudafricanos. De allí por adelante quedé adicto a los Lithops.
La colección original esta albergada en un invernadero chico de 5 m² donde sobreviven el 90% de los taxones que me fueron regalados. Como después desarrollé juegos para ensenar la resistencia a la sequia y la taxonomía con base en Lithops, instalé un segundo invernadero donde siembro y multiplico las plantas originales.
M. Etienne alias Miguelito
Una de las mayores satisfacciones que me produce mantener esta Web dedicada al mundo de los Lithops es poder tener noticias de casos tan curiosos como este. Yo tampoco había visto nunca que una cabeza de un Lithops se rajara por la base y, justo de esa apertura, brotara una flor.
Pero hay otra satisfacción, aún mayor que la anterior, que tengo que agradecer a esta Web: ¡Conocer a personas tan interesantes como Miguelito! Un profesional de la botánica, que fue a trabajar en Sudafrica y allí se enamoró de los Lithops; volvió a Europa cargado con un montón de semillas autóctonas, de todo tipo de ejemplares de Lithops, y, desde entonces, se ha dedicado al cultivar esas plantas en Francia.
¡Enhorabuena y muchas gracias, Miguelito!
Y, antes de terminar, sólo una cosa más. Quizás, en mi opinión, el término "césarea" sería más apropiado para cuando sucede algo parecido a lo que nos cuenta Miguelito, pero no durante el proceso de floración, sino durante el proceso de muda. Es decir, cuando, como puede verse en la fotografía del final, lo que salé a través de la raja abierta en la parte inferior de la planta no es una flor, sino una nueva cabeza.
Hace algunos años, ya publicamos en esta Web un artículo en el que respondíamos a la pregunta: ¿Es posible que un Lithops se reproduzca desde la parte de abajo del cuerpo, en vez de desde la fisura? En el siguiente enlace puede verse que la respuesta a esa cuestión es afirmativa:
