Preguntas infrecuentes


pi-032: "¿Son necesarios los invernaderos para cultivar Lithops?"

Octubre de 2014


Depende. Si nos dedicamos a cultivar Lithops en Moscú, la respuesta tiene que ser necesariamente: "Si, para cultivar Lithops en Moscú es necesario disponer de un invernadero"; en cambio, si nos dedicamos a cultivar Lithops en Namibia, la respuesta tiene que ser justo todo lo contrario: "No, para cultivar Lithops en Namibia no es necesario disponer de un invernadero".

Así que para responder a esa pregunta necesitamos saber, con bastante precisión, las condiciones ambientales del lugar donde se vayan a cultivar los Lithops. Es posible que incluso en la misma provincia, o incluso en la misma ciudad, en unos casos sí será necesario, mientras que en otros casos no lo será.

El factor clave para salir corriendo a comprar uno, u olvidarnos de él definitivamente, es la temperatura mínima a la que se llegué en invierno. Si donde vamos a cultivar los Lithops no se baja nunca de cero grados, el invernadero resulta completamente innecesario.

Incluso en lugares donde se baje de cero grados, pero las heladas ocurran pocos días al año y nunca durante muchas noches seguidas, tampoco es imprescindible utilizar un invernadero, siempre que nos cercioremos de que durante los días en que hiele el sustrato de cultivo esté completamente seco. En esas condiciones los Lithops pueden aguantar perfectamente heladas que no sean demasiado severas.

En el resto de los casos sí es recomendable agenciarse un invernadero para evitar que nuestros Lithops mueran en invierno, aunque, en todo caso, no se debe utilizar el invernadero para evitar que los Lithops vivan en un ambiente frio durante el invierno, dado que este género de plantas necesita pasar por una época fría cada año para completar bien su ciclo anual. Digamos que el invernadero deber protegerles de las heladas, pero no del natural frio invernal.

Por ejemplo, yo cultivo mis Lithops en la ciudad de Madrid, en un barrio céntrico y en un terraza orientada al sur, donde prácticamente nunca hiela en invierno y, cuando lo hace, las temperaturas nunca bajan de -2ºC ó -3ºC. Así que yo no necesito utilizar invernadero para cultivar Lithops.

Sin embargo, el pasado fin de semana me pasé por una tienda especializada en jardinería para comprar un pequeño invernadero de terraza, que pienso utilizar para cultivar mis Lithops a partir de este mismo momento. Parece una contradicción razonar que no necesito un invernadero y, sin embargo, haber comprado uno. Pero yo creo que no es una contradicción. Al final de esta página intentaré justificar mi decisión.


(c) Manolithops
Fotografía del catálogo de Verdecora con una imagen del invernadero que acabo de comprar para ordenar mi colección de Lithops.


Como se puede ver en la foto anterior, finalmente me decidí por comprar un pequeño invernadero de terraza con 4 baldas superpuestas. Se trata de una estructura metálica, con uniones plásticas de PVC (policloruro de vinilo, es decir una especie de plástico duro). Dicho más sencillamente: no se trata de un invernadero de calidad, sino todo lo contrario. Hubiera preferido comprar un invernadero que fuera algo más sólido, pero no lo encontré con las dimensiones que yo necesitaba.

Mi terraza es muy larga, pero poco ancha, así que no tengo más remedio que utilizar un rincón para colocar el invernadero, por lo que necesitaba uno que no fuera demasiado ancho. El que finalmente compré tiene 160 cm. de alto, 70 cm. de ancho y 50 cm. de profundo y, aunque el producto viene preparado para disponer de cuatro baldas, conseguí que me dieran los elementos necesario para incorporar una quinta balda en la parte superior. Por lo que, finalemnte, el invernadero dispone de cinco baldas superpuestas.

De esta forma, la base del invernadero es de solo 0,35 metros cuadrados pero, teniendo en cuenta que dispone de 5 baldas, la superficie total disponible para mis Lithops es de 1,75 metros cuadrados y, dado que cada una de mis macetitas individuales cuadradas (las utilizo de 10x10x8,8 cm.) ocupa una superficie de 0,01 metros cuadrados, en teoría, podría colocar en el invernadero hasta un total de 175 macetas.

Hay que tener en cuenta que no puedo aprovechar todo el espacio disponible en cada balda, ya que no coloco directamente las macetas sobre las baldas, sino que utilizo bandejas de plástico, como la que se ve en la siguiente fotografía. En cada balda caben dos bandejas y en cada bandeja caben 12 macetas, así que, definitivamente, en este invernadero puedo colocar un máximo de 120 macetas con Lithops. ¡Lo que está bastante bien!


(c) Manolithops
Fotografía de catálogo de las bandejas que utilizo para colocar sobre ellas las macetas individuales.


En mi caso no necesitaría utilizar un invernadero, sin embargo acabo de comprar uno. Voy a contar aquí, por si pudiera serle de utilidad a alguien, los dos motivos que me han animado a comprarlo:

Estos son los dos motivos que me han animado a comprar el invernadero, pero lo primero que he hecho es quitar el plástico exterior, de forma que los Lithops están completamente al aire libre y recibiendo la luz del sol, igual que lo hacían antes. Es decir, no estoy utilizando el invernadero como invernadero, lo estoy utilizando para optimizar el espacio y para, cuando llegue el verano, facilitar la instalación de una malla de sombreo.

Obviamente, ya que lo tengo, si en los meses de invierno la temperatura llegara a bajar mucho pondré el plástico exterior durante dos o tres semanas, pero si volemos a tener un invierno tan suave como fue el último, no utilizaré el plástico ni un solo día. Ya lo he dicho antes, no he comprado el invernadero como invernadero.


(c) Manolithops
Esquema de cómo quedan colocadas las 24 macetas individuales cuadradas, en las dos bandejas que caben en cada una de las cinco baldas del invernadero.


Según me comentaron varios compañeros de Infojardin, este tipo de invernadero es muy "mono", pero muy poco estable y un golpe de viento puede hacer que el invernadero se caiga, con el consiguiente destrozo de plantas. Llegué a ver algunas fotos que me hicieron preocuparme seriamente.

La próxima vez que tenga que comprar un invernadero buscaré una estantería que sea más estable (ya la tengo localizada). Pero me apetecía intentar utilizar este invernadero, al menos durante un par de años, así que he buscado en una ferretería algo que me permita fijarlo a la pared, de forma que sea mas resístete ante posibles vendavales.

Encontré unas abrazaderas que, según me dijeron, las utilizan los fontaneros para colocar tuberías externas y creo que se adaptan muy bien a lo que yo andaba buscando. A continuación se muestran un par de fotos, una de la abrazadera, tal como la compré, y otra de la abrazadera, una vez colocada en una de las barras laterales del invernadero.


(c) Manolithops
Abrazadera utilizada para fijar el invernadero a una pared.


(c) Manolithops
Una vez colocadas las abracaderas, las probabilidades de que el invernadero se caiga por un golpe de viento disminuyen notablemente (al menos, . . . ¡eso espero!)