Preguntas infrecuentes


pi-020: Crónica de un fracaso (Lithops quemados por el sol)

Septiembre de 2013


He escuchado muchas veces que se aprende más de los fracasos que de los éxitos. ¡No estoy de acuerdo! Yo creo que la experiencia adquirida a partir de cualquier experimento depende más del conocimiento que se tenga de los motivos que han influido en el resultado, que de que dicho resultado haya sido positivo o negativo. Si sabemos los motivos de lo que ha pasado, da igual que haya sido un éxito o un fracaso, nuestro conocimiento sobre el asunto habrá mejorado sustancialmente.

Lo que sí es cierto es que no nos gusta contar nuestros fracasos. Parece como si haber tenido un fracaso nos dejara marcados como "parte de los malos". ¡Tampoco estoy de acuerdo! Lo que si puede ser negativo es no sacar ninguna experiencia del fracaso, pero si lo analizamos y aprendemos para futuras ocasiones, no sólo no estaremos en el "grupo de los malos" sino que estaremos en el "grupo de los buenos".

Así que me voy a dejar de disquisiciones metafísicas y me voy a limitar a contar un gran fracaso que he tenido este pasado mes de agosto. Con la sana idea de que esta experiencia negativa mía pueda servir para que no la repita alguien en el futuro.

¡He perdido tres macetas de Lithops! Eso, sin duda, es un gran fracaso. Y no ha sido por las casualidades de la vida, ni por imponderables. La culpa no la han tenido los Lithops, ¡la culpa la he tenido yo! Vayamos a los hechos:


El pasado mes de agosto tenía pensado estar lejos de mis Lithops durante todo el mes. Como en el mes de agosto Madrid es un como un horno, yo era plenamente consciente de que no podía dejar a los Lithops expuestos a pleno sol, salvo que quisiera encontrármelos completamente churrascado a mí regreso.

Así que, durante la última semana de Julio, estuve haciendo pruebas para encontrar el lugar más seguro donde dejarlos. Desde luego no quería dejarlos en el interior y, debido a la forma y orientación de mi terraza, no fue fácil encontrar un sitio donde ubicarlos. ¡Pero al final encontré varios lugares que podían ser apropiados! Agrupé los Lithops en bandejas de 16 y situé las bandejas en los correspondientes sitios.

Uno de estos lugares elegidos para que mis Lithops pasaran el mes de agosto era justo detrás de una Thuja que, según comprobé de forma práctica, les proporcionaba sombra casi durante todo el día, salvo un par de horas de sol a última hora de la tarde y eso mis Lithops, bien habituados a Madrid, lo podrían soportar perfectamente. ¡Me quedé bastante tranquilo!

A mitad de mes, justo dos semanas después de haberlos dejado solos, tuve la oportunidad de venir un día a verlos y . . . ¡todo iba según el plan previsto! Todos los Lithops estaban en perfectas condiciones . . . incluso dos de ellos estaban a punto de florecer. ¡Me volví a ir muy tranquilo!

Pero cuando regresé definitivamente a Madrid, el último día del mes, me encontré con tres macetas completamente quemadas. Eran tres macetas que estaban en una misma línea, dentro de la bandeja que había dejado protegida a la sobra que la Thuja. ¡Qué podía haber pasado!

Estas son las tres macetas que perdí:


ml-035 :
Lithops dinteri ssp. dinteri var. brevis C084

Así estaba el 7 de julio de 2013:

(c) Manolithops

Así me lo encontré al regresar a casa, el 31 de agosto:

(c) Manolithops

Desgraciadametne no tiene solución, cuando un ejemplar de Lithops se quema, como este,
nada se puede hacer para salvarlo.


ml-049 :
Lithops marmorata (kangas) pink

Así estaba el 13 de julio de 2013:

(c) Manolithops

Así me lo encontré al regresar a casa, el 31 de agosto:

(c) Manolithops

El ejemplar estaba definitivamente quemado y,
en apenas unos días, desapareció completamente.


ml-042 : Lithops salicola

Así estaba el 7 de julio de 2013:

(c) Manolithops

Así me lo encontré al regresar a casa, el 31 de agosto:

(c) Manolithops

En este caso, entre los quince ejemplares que había en esta maceta,
había un par de ellos que no estaban completamente quemados.


No me resultó demasiado difícil encontrar el motivo por el que había perdido esas tres macetas: Aunque, en efecto, las tres estaban bien protegidas contra el sol cuando yo las dejé a finales de julio, la trayectoria de las sombra no es la misma a lo largo de todos los meses del año. ¡Eso ya lo sabían hasta los egipcios, y los mayas, y los incas, . . . ! Así que las horas de sol recibidas por estas tres macetas, que estaban todas ellas perfectamente alineadas, habían ido incrementándose gradualmente con el paso de los días y, si bien es cierto que las dos primeras semanas los Lithops cultivados en esas macetas lo pudieron soportar, el incremento de sol producido en las dos últimas semanas fue excesivo y terminó achicharrando a mis pobres Lithops.


Así estaban colocadas las diferentes macetas,
todas ellas protegidas del sol por la sombra proyectada por la Thuja:

(c) Manolithops

La zona marcada en rojo se vio afectada por el sol,
ya que la trayectoria de la sombra de la Thuja fue variando con el paso de los días:

(c) Manolithops


En todo caso, tal como decíamos antes, ya que estos ejemplares quemados ya no tienen solución, lo más importante es sacar conclusiones:


Así que, si alguien se ve en la misma situación en la que yo me vi, mi recomendación es que tenga en cuenta esta sencilla regla astronómica y sea consciente de que, a lo largo de un mes, la longitud de la sobra pude cambiar lo suficiente como para arruinar nuestras previsiones.

Lo bueno es que si nos fijamos en un único mes (por ejemplo agosto), la evolución de la sombra será siempre la misma, año tras año. Así que así, yo ya puede estar seguro de los niveles de protección contra el sol que me dará mi Thuja en cualquier mes de agosto, de cualquier año futuro. ¡Espero no volver a cometer este error!


Para terminar, sólo por si a alguien le apetece ponerse a hacer números, con la siguiente calculadora de sombras, se pude saber el tamaño de sombra mínima que tendremos cualquier día del año:

Acceso a la calculadora de sombras

Como puede verse en la figura, he realizado un cálculo a título de ejemplo: He supuesto que estamos en Madrid (cuya latitud geográfica es, aproximadamente, 40ºN). He supuesto que el objeto que produce la sombra (en mi caso una Thuja) tiene una altura de 150 cm., es decir metro y medio. Y he pedido que se realice el cálculo de la longitud de la sombra para el día 16 de agosto (obviamente, de cualquier año).

Como puede apreciarse, el resultado que da la calculadora indica que ese día, en el momento en que la sombra será más pequeña, tendré asegurado 74,15 cm. de sombra.

Para "entrar" en la calculadora vale con pulsar sobre la imagen-ejemplo anterior, de forma que así se podrá calcular la longitud de la sombra en el lugar que cada uno quiera y en la fecha que cada uno quiera.

Una última cosa, si alguien necesita saber cuál es la latitud geográfica en su casa, puede acceder a la siguiente web (pinchando en la siguiente figura):

Acceso a la calculadora latitudes geograficas